EL SUEÑO DE UN FLAMENCÓMANO
Musicómano, según la Real Academia Española (RAE) de la lengua, se dice especialmente a la persona aficionado, fanático, amante, enamorado o que tiene la querencia de la música. Por lo tanto, lo mismo aplicado al Flamenco y a la persona que lleva el veneno de esta música en las venas, tendría que ser Flamencómano. Hoy me gustaría contaros un sueño que tuve un día. Me encontraba yo en mi sofá con el mando de la tele en mis manos haciendo zaping, sí zapeando, ese acto de saltar programación o canales en la televisión; es decir, ir cambiando de canales. Empezando por el canal 1, como en la mayoría de los televisores, nos encontramos con TVE1.
Operación Flamenco OF
Estaban emitiendo lo que yo creía que era el clásico OT, abreviatura de Operación Triunfo. Pero no, se trataba de OF, Operación Flamenco. En este programa una serie de jóvenes entran a una academia musical para formarse y demostrar su talento para cantar. Cada semana, en una gala en directo, los concursantes deben demostrar sus dotes sobre el escenario y se enfrentan a nominaciones para abandonar la academia musical. En esta academia, unos profesores muy cualificados, enseñan a los jóvenes la diferencia entre las soleares de Cádiz y las de Alcalá, que los alumnos y alumnas tendrán que interpretar posteriormente para superar las nominaciones. En posteriores fases se hará lo mismo con las Cantiñas y diferentes estilos de Malagueñas. Cada semana los participantes se enfrentarán con un palo o estilo diferente del Flamenco, es decir, con un nuevo reto.
Muy interesante puesta en escena. Ya no era la imagen clásica y «anticuada» del Flamenco a lo que nos tienen acostumbrados, con un escenario pobre en efectos de iluminación y con dos sillas de anea, muy flamencas eso sí, pero poco atractivo sobre todo para la gente joven. Este programa OF ofrecía algo diferente mucho más moderno y de más impacto visual. Un nuevo formato y una nueva forma de tratar nuestra música (Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), el Flamenco. No podía dar crédito de lo que estaba viendo «por fin un programa de Flamenco» nada más y nada menos que en una cadena pública de ámbito nacional como TVE1, para jóvenes y no era a las 2 de la madrugada.
Tu cara flamenca me suena
Sigo zapeando y me encuentro con otra gran sorpresa. Tu cara flamenca me suena (también conocido por las siglas TCFMS) es un programa de televisión español creado por Gestmusic y emitido por el canal Antena 3. En él, en torno a ocho o nueve concursantes deben ser caracterizados como un artista del flamenco determinado e interpretar uno de sus cantes más representativos, imitando lo mejor posible al cantaor o cantaora original del que se trate, tanto en movimientos como en voz, como en vestuario y maquillaje. Entre los participantes, uno de ellos imitaba a Camarón de la Isla. Llevaba el mismo peinado, la misma vestimenta que el cantaor de San Fernando lució tantas veces en los escenarios y entonó aquellos tangos ya tan conocido por jovenes y no tan jovenes, «Como el agua» y terminó su actuación con los fandangos de Macandé (Sin motivo y sin razón). La segunda actuación estaba dedicada al genio de El Albaicín, Enrique Morente. Este participante, muy metido en su papel, nos deleitó por tangos (Aunque es de noche) y Fandangos de Morente.
No faltaron imitadores de Manolo Caracol, La Perla de Cádiz, Pepe Pinto, Pastora Pavón «La Niña de los Peines», Porrina de Badajoz entre otros. También aquí llama la atención la puesta en escena, mucha iluminación y efectos en el decorado. Es una apuesta por el flamenco muy original y novedosa, la verdad nunca había visto cosa igual. Una forma diferente de afrontar el Flamenco y de acercarlo a la gente más joven.
¡ Ya hacía falta algo así en televisión!
El Ministerio del Tiempo
Tan animado me sentía que sigo zapeando … Me encuentro con un programa de televisión española de genero fantástico y ficción histórica. Su argumento gira en torno a los viajes a través del tiempo. Veo a un personaje que su figura me resulta familiar: un gitano muy delgado, de enorme nariz y quijada aparatosa, ojos pequeños, orejas parabólicas, con sombrero y pajarita. ¡Claro! era Enrique «El Mellizo», ese rostro yo lo había visto en la única foto que existe del genio gaditano. Foto que Augusto Butler obtuvo 36 años después de la muerte de «El Mellizo», en 1940.
Estaba muy interesante esta serie ya que «El Mellizo» contaba donde se encuentran esos dos cilindros de cera que grabó con dos sentidas malagueñas en el establecimiento del Sr. Quirell, a finales del siglo XIX. Este acontecimiento ya lo había anunciado, más recientemente, el Diario de Cádiz por José María Otero, del departamento de Hemeroteca de este periódico, pero nadie sabía donde estarían esos dos cilindros que nos sacarían de dudas de ese cante magistral que hasta hoy se le atribuye al cantaor del Barrio de Santa María.
Tierra de Flamenco
Le toca el turno a nuestra televisión. Si a nivel nacional ya se estaban ocupando de nuestra música, la televisión regional andaluza no iba a ser menos. La cadena andaluza como ente público, que pagamos todos los andaluces, tiene la obligación moral y responsabilidad política de velar, proteger, difundir y divulgar nuestro patrimonio cultural. Por eso en este sueño ya me aparecía un programa de nuestra cadena pública donde sobresalía eso de la UNESCO, el Flamenco.
Un jurado de expertos, compuesto por figuras del cante, baile y guitarra, será el encargado de valora las actuaciones de este talent show. Las primeras actuaciones de los participantes pasan por el escenario de un teatro a lo largo de programas de audiciones. Cada miembro del jurado tiene en la mesa un botón rojo que sirve para parar la actuación, el que lo pulse significará que ya no quiere seguir escuchando o viendo el espectáculo, y si los cuatro pulsan el botón la actuación se detiene automáticamente.
Acabada la actuación, llega el momento de la votación: si el concursante consigue al menos tres votos positivos por parte de los jueces sigue adelante en el concurso. En caso contrario, queda eliminado. Al final de audiciones, los jueces deciden quienes merecen pasar a las semifinales.
Pueden participar futuros artistas flamencos de las tres manifestaciones de este arte: guitarristas, cantaores y cantaoras, y bailaores y bailaoras. Eso sí, del Flamenco.
Todos estos programas tienen en común una puesta en escena espectacular de luces y efectos. Una apuesta televisiva muy interesante y novedosa en favor del Flamenco, sin precedentes, si no fuera por que «los sueños, sueños son» y cuando son bonitos se esfuman rápidamente como el humo. Tendremos que seguir contentándonos con nuestro LO FLAMENCO de Canal Sur de las 2 de la madrugada, por cierto, programa con un formato ya muy anticuado anclado en los años 80. En los tiempos en los que estamos donde las nuevas tecnologías lo invaden todo y siendo el Flamenco una música internacional, reconocida en todas las partes del mundo, merece la pena prestarle más atención desde las instituciones públicas nacionales y regionales, por dos razones: es una música viva, muy interesante y atractiva dentro y fuera de nuestras fronteras; y en segundo lugar, es una música rentable, todos los jóvenes que en sus composiciones tienen una base flamenca, triunfan (Niña Pastori, El Barrio, India Martínez, Rosalía, etc.). Hace falta modernizar la imagen que del Flamenco estamos ofreciendo y los nuevos talent show son un ejemplo de ello.
Diego Morilla