Nos encontramos en el mes del villancico, y ya se siente por todas las calles el ambiente navideño. En Andalucía se canta a la Navidad de diferentes formas, pero la más genuina, sin lugar a dudas, es a través del arte flamenco. Y dentro de éste, a través del villancico flamenco.
El villancico, como indica su propio nombre, es la canción de villa, de las granjas, de los villanos (no en término peyorativo); la que servía para registrar la vida cotidiana de los pueblos. Según algunos historiadores, este canto surgió por el siglo XIII, siendo difundido en España en los siglos XV y XVI, y en Latinoamérica desde el siglo XVII.
En sus inicios fue una forma poética española y lo usaban como registro de los principales hechos de una comarca, la que servía para registrar la vida cotidiana de los pueblos, como una poesía cantada.
El villancico en general, y en particular el villancico flamenco ha ido evolucionando con el paso del tiempo, hasta llegar a nuestros días en que, se ha convertido en un género musical muy popular y una fuente de ingreso importante para muchas ciudades, en estas fechas navideñas. En todos los rincones de Andalucía ya suenan las zambombas y los festivales navideños.
Este género musical, eminentemente navideño, se puede aclimatar a cualquier palo o estilo del flamenco. Podemos encontrarlo por bulerías, tangos, rumbas, fandangos, etc.
Es un palo muy versátil con letras alusiva al nacimiento del Niño Jesús, la Virgen María, San José, los Reyes Magos, los pastores y la Estrella de Belén.
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