120 – FLAMENCOS EN EL OLVIDO: BERNARDA DE UTRERA

Corre el año 1926 cuando un 7 de octubre se celebró por primera vez el Día del Libro en España, se instituyó así una jornada para enaltecer las virtudes del libro y fomentar la lectura. Se pensaba entonces que fue un 7 de octubre cuando había nacido Miguel de Cervantes y esa fue la razón de la elección de esta fecha, que posteriormente será cambiada al 23 de abril.

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En ese mismo año de 1926, la empresa SICE (vinculada por entonces a General Electric, propietaria de la patente de los semáforos), instala por primera vez en España el primer semáforo en Madrid, en el cruce de la calle Alcalá con Conde de Peñalver (actual Gran Vía).

Y también en 1926 nace Bernarda Jiménez Peña, Bernarda de Utrera para el flamenco. Nace un 26 de mayo de 1926, en la calle Nueva de la localidad sevillana de Utrera, como así certifica su partida de nacimiento. Descendiente de una familia gitana con gran solera cantaora y fuertemente arraigada en la zona comprendida entre Utrera y Lebrija.

Sus padres fueron José Jiménez Fernández e Inés Peña Vargas. Bernarda era nieta de Fernando Peña Soto, más conocido como “El Pinini” que, aunque no se dedicó profesionalmente al cante, fue el creador de unas cantiñas conocidas como “Cantiñas del Pinini”.

Es muy difícil hablar de Bernarda sin mencionar a su hermana Fernanda. Ellas fueron cantaoras de nacimiento, ya que recibieron la influencia artística de su entorno desde la niñez. Desde pequeñas, multitud de artistas flamencos acudían a la casa de los Jiménez Peña a escucharlas. Aunque ambas fueron cantaoras largas, Fernanda es más recordada por su cante por soleá y Bernarda por sus cuplés por bulerías.

Desde muy niña, junto a su hermana Fernanda, cantó en las fiestas familiares, pero sin plantearse la carrera artística debido a la oposición de su padre, que, por su oficio de carnicero, había sacado a su familia adelante sin demasiados agobios. Fue el cantaor Antonio Mairena quien lo convenció para que dejara a ambas hermanas participar, en 1946, en la grabación de la película Duende y misterio del flamenco, de Edgar Neville.

Las hermanas de Utrera nos dejaron una amplia discografía y grabaciones en directo de festivales y actuaciones en programas de televisión. Bernarda, con su hermana participaron en la Feria Mundial de Nueva York de 1964. Posee distinciones como la Medalla de Oro de Andalucía o Hija Predilecta de Utrera. En su pueblo tiene una calle con sus nombres.

Nos dejó Bernarda de Utrera, tres años después del fallecimiento de su hermana Fernanda, un 28 de octubre de 2009 a las 2 de la tarde, en la calle Eduardo Dato número 42, del municipio de Utrera, como documenta su certificado de defunción, a la edad de 82 años.

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