Desde las primeras décadas de 1900 hasta mediados de ese siglo, los espectáculos flamencos pasaron a ser celebrados en plazas de toros y teatros, bajo el nombre de “Ópera Flamenca”. Esta denominación era una estrategia económica de los promotores, pues la ópera sólo tributaba el 3% mientras que los espectáculos de variedades pagaban un 10%.
Son características de los artistas de esta etapa, la voz laína, la voz de falsete y el cante preciosista. El repertorio es más limitado en cuanto a palos o estilos de cantes.
En esta época los espectáculos flamencos se extendieron por toda España y por las principales ciudades del mundo.
Son características de los artistas de esta etapa, la voz laína, la voz de falsete y el cante preciosista. El repertorio es más limitado en cuanto a palos o estilos de cantes. Sobresalen los cantes de ida y vuelta, el cuplé y el fandanguillo que se convierte en la tarjeta de presentación de todos los artistas de esta época.
Son muchos los artistas que destacaron en esta época del flamenco, que para algunos fue una etapa nefasta para el flamenco por el declive y olvido que sufrieron muchos palos de lo jondo. Uno de estos cantaores representativo de esta Ópera Flamenca fue Paco “El Americano”. Nombre artístico de Francisco Valls Toribio.
Según su acta de defunción, Paco nació en Buenos Aires (Argentina), en marzo de 1906, hijo de un gaditano y una madrileña y vivió de niño en Sevilla, donde se inició artísticamente. Se traslada siendo muy joven a Madrid, donde alcanzó gran popularidad actuando en cines y teatros de la capital.
En 1929 viajó a América, debutando en su ciudad natal con el espectáculo La copla andaluza, recorriendo después otros escenarios americanos. De vuelta a España, en 1930, lleva a cabo una gira por la geografía española contratado por Vedrines, alternando en 1932 con Perosanz, y en 1934 nuevamente con Angelillo.
Paco El Americano, destacó por su forma tan personal de interpretar los fandangos, los cantes de ida y vuelta y canciones aflamencadas, repertorio clásico de esta etapa flamenca que le tocó vivir. En la década de los cuarenta estaba muy de moda en todas las emisoras de Radio, por su voz tan dulce y melodiosa.
Fallece El Americano, según su acta de fallecimiento, en su domicilio madrileño de la calle Martín de Vargas número 10, el 28 de enero de 1987 en la ciudad de Madrid, a la edad de 80 años.
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