En el mundo de lo jondo tiene una gran importancia el papel de la familia, como transmisora y conservadora de los diferentes palos o estilos del cante flamenco. En la familia se crea el ambiente propicio para que el cante, en su máxima pureza no se extingan.
La saga de “Los Agujetas”, es una dinastía de cantaores y cantaoras de la zona de Jerez-Los Puertos, una saga de las más puras, dentro del cante flamenco.
Son al menos 5 generaciones de cantaores y cantaoras que, sin duda alguna, han sido fieles a sus creencias flamencas y a sus raíces.
La familia “Los Agujetas” es de las que más han sabido guardar y conservar esas cepas del flamenco antiguo, del flamenco más añejo.
Según el investigador sevillano, afincado en Jerez de la Frontera desde hace muchos años, José Manuel Martín-Barbadillo y Arellano, la saga de “Los Agujetas” descienden de la dinastía de los Santos.
Una de las más extensas por el número de cantaores y cantaoras, tanto profesionales como aficionados que son referencia en el flamenco, y se extiende desde la primera década del XIX hasta nuestros días, prácticamente dos siglos y tiene su origen en el Puerto de Santa María extendiéndose por Jerez de la Frontera y La Línea de la Concepción.
Tomás de los Santos Navarro, el primer jerezano de la saga, contrae matrimonio con María Gallardo Suárez, natural de El Puerto de Santa María, y juntos tienen dos hijos: Manuel de los Santos Gallardo “Agujetas el Viejo” y Domingo de los Santos Gallardo “Rubichi“.
Agujetas el Viejo será el primero de esta familia cantaora de la que se tiene referencia artística y el que dará nombre artístico a su familia al dedicarse muchos años como cambia-agujas de trenes.
Familias cantaoras como los Moneos, Los Mijitas y los Rubichis están emparentadas con los Agujetas y todas ellas mantienen y perpetúan las raíces del cante más puro y añejo.
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