Los palos del flamenco son los diferentes estilos y recreaciones que los artistas flamencos han desarrollado para manifestar su arte. Estos palos flamencos son numerosos, unos son muy antiguos y otros de creación más moderna. Los cantaores aprendían los diferentes palos o cantes de forma oral, por medio de la escucha y la posterior repetición.
Debido a esta tradición oral es muy difícil saber el origen de muchos de los palos flamencos, ya que no ha quedado constancia escrita sobre los mismos.
La tradición oral ha permitido la conservación de los diferentes estilos o palos flamencos basándose en la memoria, ésta con sus fallas y errores, con el paso del tiempo, han provocado nuevos giros melódicos que han transformado los diferentes estilos o palos flamencos, que ha llegado a nuestros días, tal y como los conocemos actualmente.
Tal es el caso del cante por Malagueñas, protagonista de nuestro programa de hoy. Un palo del flamenco con numerosas creaciones y variaciones.
Algunas son origen de múltiples discusiones y debates, por parte de los investigadores flamencos. Tal son los casos de la malagueña de El Niño del Huerto o la de Gayarrito, por poner sólo dos ejemplos.
Del supuesto cantaor Gayarrito o Gayarre Chico, no se sabe casi nada, hay quien opina que ni siquiera existió. Aunque hay un estilo de malagueña que se le atribuye.
La prensa de la época de finales de 1800 y principio de 1900, hace referencia a un cantaor de nombre Sebastián Muñoz que se presentaba ante el público como Gayarre Chico, pero difícilmente se puede demostrar que es el creador de esta malagueña.
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