22 – LOS CUATRO PUNTALES DE HUELVA: PACO ISIDRO, MAESTRO Y OLÉ

En la costa de la luz, entre el mar y la sierra, se huele a marismas y salitre. Esa misma luz, alumbró a Francisco Barrera García en Huelva, un 2 de marzo de 1896 a las 11:30 de la mañana, según su acta de nacimiento. Sus padres fueron Francisco Barrera Pérez, natural de Huelva y de profesión albañil, y Josefa García Cruz, natural de Huelva. Paco Isidro para el mundo del Flamenco, porque lo de Isidro le venía del padre, propietario de un coche de caballos con el que se ganaba la vida.

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Con 13 o 14 años Paco, “El Niño Isidro”, ya cantaba en fiestas y reuniones flamencas. Cuando se cantaba en las tabernas con los nudillos sobre el mostrador y la mesa, a falta de guitarra. Cuando el Fandango de Huelva pasa de ser bailable a ser cantado para escuchar. La afición de Paco al cante era totalmente innata ya que no existían precedentes familiares.

En su juventud trabajó en la empresa paterna compaginando su trabajo con el cante, por eso algunas de sus letras hace alusión al caballo. Posteriormente sería un taxi su medio de vida, recorriendo toda la provincia de Huelva, sobre todo Alosno, donde llegó a conocer su riqueza y variedad de Fandangos. Últimamente, entre los años 40 y 50 del siglo pasado, tenía un kiosco-bar que muchos llamaban “Los jardines de Paco Isidro, en la Plaza del Punto, donde actualmente se alza un monumento en su honor, junto a su hijo Pepe Isidro, sucesor éste, de los fandangos de su padre.

En este “Jardín del Cante” Paco promocionó el Cante Flamenco; pues, todos los sábados instalaba una especie de escenario en el que actuaron, casi todos los artistas de Huelva. Nunca dependió exclusivamente del cante para vivir. Hay quien dice que fue el más genuino interprete del nativo Fandango de Huelva. Poseía una fabulosa voz de gran belleza y sus quiebros y sus “gallos” flamencos le daban una gran majestad a su cante.

Creó un estilo de Fandango único e inigualable, el cantaor que quiera interpretarlo se encuentra con gran dificultad para alcanzar los tonos altos y hay que tener un gran dominio de los tonos bajos. Paco Isidro ligaba dos tercios del fandango, bien en la mitad del cante o al final, rematándolos siempre con suma facilidad. Muy pocos aficionados se atreven a cantar su Fandango.

Dominó otros palos o estilos del Flamenco como: sevillanas, tarantas o media granaína, pero fue en la saeta y en los cantes de su tierra donde destacó. Fue un gran creador e intérprete y una persona muy querida y respetada en Huelva que, todavía se le recuerda con homenajes y festivales.

Según su acta de defunción, fallece Paco Isidro el 1 de julio de 1960 en su ciudad natal, a la edad de 64 años. Estuvo casado con María Benítez Álvarez con la tuvieron 6 hijos: Josefa, María, Aurelia, Francisco, Carmen y José. Como dice una letra de su Fandango: “Aunque me voy, no me voy/aunque me voy, no me ausento/  y si lo hago de palabra/pero no de pensamiento/aunque me voy no me voy”.

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