Año 1969, un 20 de julio llega el primer hombre a la Luna. La misión espacial norteamericana Apolo 11 aluniza en el Mar de la Tranquilidad y coloca a los primeros hombres en nuestro satélite vecino.
Tres meses y medio después, un 6 de octubre de este mismo año, nos despertamos con la trágica noticia del fallecimiento de Pepe Pinto, cantaor del barrio sevillano de la Macarena. Por si fuera poco, casi dos meses después, un 26 de noviembre, fallece su compañera sentimental y pareja artística, La Niña de los Peines. Cantaora también sevillana, y que formaron una de las parejas más populares y más apreciadas, dentro del flamenco.
En menos de dos meses, nos dejaron dos grandes figuras de la historia del flamenco. Se ha escrito que fueron los Romeo y Julieta del cante flamenco. Se quisieron con locura, y cuenta la leyenda que El Pinto enfermó de ver tan mal a Pastora, ya con la cabeza perdida como consecuencia de la enajenación mental, y éste se castigó con la bebida hasta que acabó con su vida.
Nace José Torres Garzón, Pepe Pinto para el flamenco, en el barrio sevillano de la Macarena un 22 de julio de 1903. Hijo de José Torres Sánchez y Carmen Garzón Pinto, con lo que adoptó el segundo apellido de su madre como nombre artístico.
No se dedicó profesionalmente al flamenco hasta el año 1927, por lo que fue cantaor tardío, pues originariamente trabajaba como crupier en salas de juegos y casinos, profesión que tuvo que dejar cuando en 1923, con el Gobierno de Primo de Rivera, se prohibió el juego.
El Pinto fue un cantaor con magníficas facultades vocales y con una extraordinaria técnica que dominaba un amplio repertorio del Flamenco. Con su gran torrente de voz, destacó con su cante entre los años veinte y sesenta del siglo XX.
Fue el primero que compaginó su conocimiento e interpretación de los cantes básicos, con su fandango personalísimo y con canciones aflamencadas, intercalando en algunas de sus creaciones unos recitados que se hicieron muy populares entre el gran público, ofreciendo así una versión teatral de lo flamenco.
Por esto fue muy criticado y cuestionado entre los “puristas” y entendidos y “cabales” del Flamenco. En el siglo pasado, sus discos sonaban en todas las casas y emisoras de radio de España.
Fallece José Torres Garzón, “El Pinto”, de cirrosis hepática, un lunes 6 de octubre de 1969, en la calle Calatrava número 20, en su ciudad natal, según su acta de defunción, a la edad de 66 años.
123 – FLAMENCOS EN EL OLVIDO: EL PINTO Y PASTORA (I)
124 – FLAMENCOS EN EL OLVIDO: EL PINTO Y PASTORA (y II)
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